lunes, 11 de abril de 2011

RAICES

Cuando las cosas no van bien,
se van cayendo las paredes,
la risa se derrite
con el paso de las lágrimas,
y la sangre arde.

Cuando las cosas no van bien,
no es quien sino nosotros,
los que nos partimos
y al perder sentimos
como un mundo desaparece.

Cuando las cosas no van bien,
recordamos más penas que alegrías,
se nublan los ojos con las del perder,
el respirar se desentiende
de nuestro ser,
y las noches juegan
con nuestros días. Cuando las cosas no van bien,
se van cayendo las paredes,
la risa se derrite
con el paso de las lágrimas,
y la sangre arde.

Cuando las cosas no van bien,
no es quien sino nosotros,
los que nos partimos
y al perder sentimos
como un mundo desaparece.

Cuando las cosas no van bien,
recordamos más penas que alegrías,
se nublan los ojos con las del perder,
el respirar se desentiende
de nuestro ser,
y las noches juegan
con nuestros días.

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