Ay quien pudiera verse
reflejado en el brillo de tus ojos,
cuando te miro
cuando me miras,
mi corazón no entiende,
se ha vuelto loco,
salta,
y en un palmo de alegría
descubre al sueño infinito.
Un sueño despierto
que te cede un único deseo.
Cierra los ojos…
y pide.
No hay comentarios:
Publicar un comentario